Fue imposible contener las lágrimas, hasta los más duros de
corazón se conmovieron cuando las niñas del Proyecto La edad de oro, hicieron
un baile de despedida a su maestra. Quizás la letra de Candilejas expresaba lo
que muchos querían decir y el sentimiento contenido les impedía….
“Entre Candilejas, te
adoré
entre Candilejas, yo
te amé.
La felicidad que diste a mi vivir, se fue
no volverá, nunca jamás, lo sé muy bien...”
Hoy se fue Gladys León Ramírez, esa promotora cultural que
hizo posible que las niñas manzanilleras soñaran con la magia del ballet, una
utopía hecha realidad desde que el 14 de febrero
de 1994 decidió dar un
giro al grupo de baile que entrenaba para poco a poco insertarlas en el mundo
de las zapatillas de punta, los tutús, y los arabesques.
Algunos escépticos ante este gran reto, muchas veces pensamos
que era una locura pretender que en esta ciudad se coqueteara de esa manera con
tan exquisito arte, al tiempo que se inculcaba
el amor por Piotr Ilich Chaikovski, Johann
Sebastian Bach, Giuseppe Verdi y Wolfgang Amadeus Mozart,
entre otros clásicos.
La realidad nos sobrepasó y nos demostró que cuando
se tiene el entusiasmo, la perseverancia y el amor por la cultura que tenía
Gladys, no hay imposibles. Hoy sus niñas bailaron con el corazón destrozado, hasta
la más pequeña, que tal vez no comprendía bien lo que estaba sucediendo, sabía
que Manzanillo había perdido una promotora natural, “un rara avis, porque son
rara avis quienes se entregan a los demás por esa rara avis que es el ballet”.*
Sus más de 70 años de vida, no fueron suficientes porque
sabemos que todavía tenía mucho para dar, no sólo giros, posiciones, y coreografías,
no, hoy me convencí que Gladys era necesaria en este terruño de gente soñadora.
Hoy cuando vi al pueblo despidiéndola con ese gran aplauso merecido, pensé en
cuanto nos faltó por reconocerle.
*Frase de la despedida de duelo hecha por Delio
Orozco González, en la Casa de Cultura Municipal.
No pude contener las lágrimas que me salieron al leer este artículo, creo que esta fue mi despedida para Gladis,esa señora que tanto respeté por su constancia y pasión por la cultura manzanillera.
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