Ebenezer padece Sicklemia |
Ayer conocí a Ebenezer, un pequeño que quizás por similitud
con su nombre se empeña en mostrase como una “roca de ayuda”. Y es que al
conocer la historia de Ebenezer, pensamos en la necesidad de ayudarlo, de
alentarlo, de animarle, sin embargo, él, en sí mismo es ayuda, aliento y ánimo
para los demás. Les cuento:
Llegué hasta la Sala de Oncohematología del Hospital
Pediátrico de Manzanillo, antiguo Hospital Caymari, hoy Hermanos Cordovés. No voy
a negar que al entrar en aquel lugar sentí que mi cuerpo se estremeció, por el
recuerdo inevitable de lo que implica estar ahí, no ahora como visitante, sino
como paciente de oncología. Un escalofrío que trajo hasta mi mente la sensación
de los sueros salvadores, me hizo sentir pena, por qué no decirlo, pena de
aquellos pequeños que ya enfrentan la odiosa enfermedad.
Una sala limpia, escrupulosamente limpia, cualquiera diría
que acogedora. Y en uno de los cuartos
estaba Ebenezer.