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Edificio Caymari, ubicado en la calle Merchán |
“Marle, hace falta que hagas un escrito, una crítica, o algo
del edificio de la calle Merchán, es un peligro para los niños”, me dijo un
vecino visiblemente preocupado. Y aunque su frase fue breve y algunos de los
que leen ahora, no la hayan entendido, para cualquiera de los habitantes de
Manzanillo, está muy claro a qué se
refería. Para mí también, por supuesto.
De cualquier manera, volví a pasar por el lugar donde está
el “edificio de la calle Merchán” para ratificar lo que ya sabía: el conocido
antiguamente como el edificio Caymari –nunca
he sabido bien dónde van las i/y- está en peligro de derrumbe inminente, y a lo
que se refería mi vecino, tal y como me dijo, es al hecho de que muy cerca está
la escuela primaria José de la Luz y Caballero, por lo que diariamente
transitan niños y niñas por la acera donde está ubicado.
Ahora no se trata de
buscar culpables para justificar la situación del edificio (una preciosa
construcción que no vamos a dejar a nuestros hijos), la realidad es que en
cualquier momento se desploma y si hay alguien pasando puede ocurrir un
lamentable accidente.
A las personas que vivían ahí, les entregaron casa en una
nueva construcción, hace ya varios años, pero el inmueble en cuestión, sigue
igual, o no, cada vez peor.
La verdad no estoy convencida de que con esta nota pueda yo
resolver algo, a mi vecino le prometí que en cuanto coincidiera con el
presidente del gobierno le transmitía la inquietud, que no sólo es de él. Y de
paso, tal vez hable de otras edificaciones que están en condiciones similares.
Es preciso tomar medidas a tiempo para evitar que se sigan
perdiendo esas construcciones que hacían de Manzanillo una verdadera joya de la
arquitectura, y de las que ya no son recuperables, al menos evitar un triste
incidente.
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