Me sentí pionera otra vez

Hace unos días por cuestiones de trabajo estuve en el Campamento de Pioneros "Que siempre brille el sol", para los que conocen mi municipio, les recuerdo que está ubicado en la carretera que va de Manzanillo a Campechuela, y la verdad que no pensé que volvieran a mi mente todos los buenos momentos que pasé allí cuando era niña.


Lo primero es que pensé encontrarme con un lugar deteriorado por el paso de los años, al menos yo hacía más de 25 años que no iba a ese lugar. Y la verdad, aunque se nota el paso del tiempo, sigue siendo tan atractivo como siempre.

 La casona principal que está al entrar se ve tan acogedora, que tuve que sentarme en su portal -o corredor- para desde allí evocar gratos recuerdos que venían a mi mente en una secuencia de imágenes que me hicieron vivir una vez más aquella linda etapa, nada, que me sentí pionera otra vez.  

 Aunque ahora tiene nuevas áreas como la Ludoteca, otro dormitorio, un espacio para las construcciones rústicas, el resto está igual a como lo conocí. Recordé las acampadas, cómo hacíamos las fogatas para luego en círculo cantar hasta perder la voz. Los diferentes tipos de nudos, y las pistas y señales que siguen pintadas en una pared para recordarlas a cada momento.

 Fue maravilloso, recordar la alegría de esos años, el entusiasmo, el cosquilleo que sentíamos de saber que íbamos a quedarnos solos -sin mamá, ni papá cerca- para pasarla bien. Ahora sé que debemos mucho a esas etapas nuestra independencia y las habilidades que adquirimos para nunca más olvidar.