Premios del Barrio

El mes de septiembre, entre otros acontecimientos importantes como el inicio del curso escolar, y mi cumple, tiene una connotación especial a nivel de barrio, de comunidad. En este mes nació la mayor de las organizaciones de masas en Cuba, los CDR, o sea, los Comités de Defensa de la Revolución. Ese es un buen pretexto para reunirse con los vecinos, darse unos traguitos y compartir la ya famosa caldosa. Pero no es de eso de lo que voy a hablar, sino de un reconocimiento que cada año se entrega a quienes se destacan, sobre todo a instituciones, pero que este año se entregó en Manzanillo por primera vez a una familia. El Premio del Barrio, que además recibió  Pachy, sí, Wilfredo Pachy Naranjo, el Original mayor.


La familia homenajeada fue la Cisneros Gil, encabezados por Miguel y Hortensia -ya fallecida- y sus seis hijos, todos entregados por completo a las labores de la organización. De ellos conozco a Haydee, una joven librera que tiene un hijo de la misma edad que mi Lily, incluso comparten la misma aula de clases en la escuela Paquito Rosales. Ella es muy entusiasta y según supe en el acto de entrega del premio, es donante voluntaria de sangre al igual que el resto de su familia, entre todos llegan a más de 350 donaciones. También Miguel, el padre de la familia, el abuelo, creo casi todos en Manzanillo lo conocen porque además de ser un cederista destacado, en su antigua casa de la calle Merchán, el conocido edificio Caymari, hoy deshabitado por mal estado constructivo, vendía un prú riquísimo, ahora lo vemos en su bicicleta recorrer las calles manzanilleras ofreciendo barras de dulce, de leche, de guayaba, de coco...

También en esta familia está Carlos, actual dirigente en la provincia de los CDR,  quien en el acto recordó a su madre como la más entusiasta y noble de todos. El acto de entrega del Premio a esta familia fue una fiesta de vecinos, donde hubo un puerco asado en púa, música, bebida y mucha alegría compartida.

A Pachy le entregaron su reconocimiento este miércoles y esa fue otra fiesta de vecinos y de otros que aunque no viven cerca del Maestro quisieron ir a compartir ese momento con él. Pachy es querido en Manzanillo y más que un Premio fue una muestra de afecto, respeto y admiración de un pueblo que se alegró de este merecido homenaje.

Es lindo ver cuando el reconocimiento es tan bien acogido por todos. Ver que son muchos los que se emocionan ante las palabras de elogio y quedan satisfechos y orgullosos de saber que esa gente pertenece  a su ciudad. Para esa gente esta reflexión que encontré:

                Hay gente que con solo decir una palabra enciende la luz y los rosales, que con solo sonreír entre los ojos, nos invitan a viajar por otras zonas y nos hacen recorrer toda la magia

Hay gente que con solo dar la mano rompe la soledad, pone la mesa, sirve el ponche,

coloca guirnaldas… Hay gente que con solo empuñar una guitarra hace una sinfonía de

 entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca, llega hasta los confines del alma, alimenta una

flor, inventa sueños, hace cantar al vino en las tinajas y se queda después como si nada. 

  Y una se va de novia con el Destino desterrando una muerte solitaria pues sabe que a

la vuelta de la esquina... Hay gente, que es así... ...TAN NECESARIA!!!

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