Lili y Gaby juegan dama china |
En verdad buena parte de culpa la tenemos nosotros, los adultos que no los enseñamos a jugar. Es más fácil llevar al pequeño o pequeña hasta el Joven Club más cercano y recogerlo luego de dos o tres horas de estar frente a una computadora, rodeado de otros niños y no tan niños, pero cada uno en su juego, sin que haya el más mínimo intercambio entre ellos.
En casa, al menos hemos logrado rescatar los juegos de mesa, y lo mismo jugamos al parchís, que a los palitos chinos, la dama china o las barajas. Mi niña jugó a la casita y tuvo la posibilidad de tener juguetes apropiados para su edad. No todos tuvieron la misma suerte.
Pensando en esta publicación tomé algunas fotos en la calle, fue bastante difícil, pero aquí les van:
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