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jueves, 20 de septiembre de 2018

El artículo de la discordia


Cuenta la leyenda que cuando Peleo y Tetis se casaron enviaron invitaciones a la fiesta para todos los dioses y como no querían tener problemas en un día tan especial, decidieron que lo mejor sería no invitar a Eris, conocida como La Discordia.
Eris se enojó tanto que se apareció en el banquete de bodas de todos modos. Furiosa se dirigió a la mesa donde se encontraban las diosas más hermosas: Hera, Atenea y Afrodita y arrojó una enorme manzana con una inscripción tallada que decía: “Para la más Hermosa”.
Hera dijo: Debe ser para mí. Pero al instante, Atenea y Afrodita también reclamaron la manzana y pusieron a Zeus como árbitro.
Zeus, no quería tomar parte por ninguna de las diosas ya que sabía que por lo menos dos de ellas terminarían haciendo reclamos por su intervención o lo que es peor, enemistadas con él y decidió sacarse el problema de encima. No se le ocurrió nada mejor que enviar a las tres diosas ante el joven y hermoso Paris para que decidiera él. Una a una las diosas fueron desfilando ante él cubriéndolo de promesas.
-Prometo darte poder y riquezas si me eliges- Dijo Hera.
Atenea le prometió: -Si dices que yo soy la más bella, te otorgaré gloria en las guerras y fama por doquier-.
Pero, la sensual Afrodita, que era muy astuta, le ofreció la mujer más hermosa por esposa y esto lo convenció definitivamente.
Afrodita obtuvo la manzana de oro y de allí en más Hera y Atenea se convirtieron en sus peores enemigas.
Afrodita, fiel a su promesa le ayudó a Paris a conseguir el amor de Helena, que se convertiría en el motivo de la famosa guerra de Troya.
De ahí se deriva la frase “la manzana de la discordia” para referirnos a “algo” que, dicho en buen cubano echa a fajar a varias personas. Algo así es lo que  se ha logrado con el popular Artículo 68 de la propuesta de Reforma Constitucional, que propone: